Cazadores de Youkais
CAPITULO 1
Desde que era pequeña siempre estuve rodeada de varias situaciones extrañas en mi casa, mi padre era una persona que en epocas de actividad paranormal veia y sentia cosas, por lo cual se dedicaba la maypr parte de su tiempo a investigar esos fenomenos, por otro lado mi madre era una persona mas normal en el aspecto que ella no creia que fantasmas se acercaran y agradieran a las personas, sin embargo trataba de no tocar esos temas por precaucion lo que hacia que mi padre mas se interesara en esos detalles, cuando tenia cinco o seis años mis padres viajaron a Japón conmigo y realizaron una promesa que de jovenes habian hecho, por un largo periodo de tres meses se instalaron en varias casas japonesas en la ciudad de Nagoya, prefectura de Aichi, sin embargo lo que mas me sorprendia de todo eso era la facilidad en que la gente se acercaba a ti para hacer amigos, para esas epocas se acercaba la fiesta de Obon, una fiesta semireligiosa donde se recordaba a la gente fallecida, a pesar de que en mi ciudad habia ese tipo de festividades nunca habia estado tan sorprendida en mi vida, pues en esas fechas se sentia un ambiente algo pesado e incomodo, ya que a cada vuelta de la calle sentias que alguien te estaba esperando, a pesar de las sensaciones extrañas mis padres no se detuvieron y trataron de integrarse a las fiestas de la ciudad.
El primer dia fuimos a un templo, desde mi perspectiva era un lugar algo antiguo pero la gente se acercaba para pedir por sus seres queridos, de un momento para otro una muchedumbre rodeo a mia padres que trataban de salir del templo entre tanta gente recuerdo que solte a mis padres y la multitud de gente me arrastro hacia el templo, asustada recorde que mi madre siempre me decia que si nos llegaramos a perder me pegara a la pared mas cercana para evitar que me cayera al piso y esperara por ellos, de entre la muchedumbre logre ver a una niña de vestido blanco que seguia la procesion de gente sin embargo a pesar de ser tan pequeña ella lograba pasar facilmente, al verme asustada cerca de la pared se acerco hacia mi.
-Konichiwa- Exclamo mientras una sonrisa rodeaba su cara
Era una niña que tenia aproximadamente siete años, vestia un kimono blanco que mostraba algunas muetras de uso pues en algunas partes se veia deteriorado, sin saber que decir solo sonrei mientras trataba de recuperar del susto de mis padres, mire hacia la gente preocupada
-Mis papas estan ahi, la gente se acerco y solte la mano de mi mama, no se que hacer tengo miedo-
La niña me miro y por un momento pense que entenderia lo que acababa de decir, las lagrimas trataban de no salir de mis ojos, ya que no queria mostrar mi miedo
-Okāsan... Otōsan... hai hai-
Sin decir nada mas la niña se inclino hacia mi y corrio hacia la gente, con gran habilidad vi como se metia entre las personas hasta desaparecer de mi vista, el tiempo paso y las personas empezaron a irse poco a poco, al poco rato se escucho una voz a mis espaldas lo que hizo que voltera a ver
-Okāsan... Otōsan...-
Reconoci la voz de la niña que hacia un rato estaba cerca de mi, un viento fuerte soplo cerca del templo y la gente se agacho e intento ocultarse del aire que atemorizaba con hacer volar las gorras y sombrillas que estaban ahi, de entre la gente vi algo que hizo que mi corazon se agitara de emocion, eran mis padres que venian hacia mi, corri hacia ellos y los abraze llorando, mi madre estaba llorando igual al verme y mi padre hizo un gesto de aliviado.
-Como sabias que estaba aqui amor-
Pregunto mi padre a mi madre que se levantaba del suelo conmigo en los brazos
-No lo sabia, solo senti que una mano pequeña agarro mi mano y me empezo a jalar, pense que era nuestra hija que trataba de ayudarnos y la segui, a pesar de no verla por la cantidad de gente cada vez que sentia que no la encontraba sentia una mano que me jalaba hacia una direccion, de repente hubo un viento fuerte y al mirar encontre a nuentra hija sana y salva-
Mi padre sonrio al ver a su familia reunida nuevamente, vimos que la gente se habia empezado a ir y mi padre decidio que deberiamos darle las gracias en el templopor haberme encontrado sana y salva.
Caminamos hacia la puerta del pequeño templo cuando escuche nuevamente la voz de mi amiga
-Daijōbu desu ka?-
Mire a mi alrededor para encontrarla y no vi a nadie ya, mis padres me llamaron para hacer una plegaria a los dioses y fue cuando la vi, frente de mi se encontraba un pequeño altar lleno de inciensos y velas, cerca tambien habian algunas comidas de la region y sobre de todo eso habia una fotagrafia de una niña que reia alegremente, su vestido blanco sobresalia entre el paisaje que se encontraba detras, mi re a mi padres y los abraze, mire la fotografia y vi que detras de el altar se encontraba la misma miña en forma transparente se inclino hacia mi ahciendo una reverencia y desaparecio.
Luego de esa experiencia sabia que iba a hacer el resto de mi vida, me convertiria en la primera persona que se dedicaba a la investigacion y documentacion de los fantasmas del mundo, mostrando en cada investigacion hecha pruebas y hechos de que los fantasmas aun conviven con las personas y que ellos estan mas cerca de lo que uno cree.
Ayanari T.